Empezó, como no ha empezado nada. Amo dormir, pero nunca me quedo dormido cuando quiero. Me encanta tener sueño por que es el principio de una noche sola y con ella, como me gusta. Suelo hacer todo lo que otro no haría, por ella y por que me gusta cansarme para saber que fuí productivo. No tengo que pedirle permiso a nadie para lanzarme a hacer que cosas que ni sé si me van a salir bien, como ésta por ejemplo. Prefiero, cuidar mi blog primitivo, que son mis hojas que me acompañan cada noche en que me tomo un café con ellas y nos hundimos en profúndos cuentos de vida, que más que vida son muertes vivientes que hacen que me desconete por completo de todo y sueñe que todo lo mio es mio, pero que se lo regalo por me gusta regalárselo, porque tengo a quién dárselo. Comencé esto porque, como dice un amigo mio, me encanta escuchar el sonido de las teclas mientras escribo. Pero lo curioso o raro de todo es que me encanta dormir y tener sueño, pero nunca me da sueño por la noche, entonces cominezo a sentirme inpaciente por querer dormir y despertar cuando quiera y pienso y escribo y escribo y escribo y me aburro y es donde se vuelve un insomnio tormentoso, aunque agradable , aveces, como hoy.
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